Mi último trabajo, Deep emotions, es el resultado de sumar una serie de experiencias procedentes de mis 4 ramas profesionales: pianista, compositor, docente y productor musical.
Mi experiencia como pianista me ha dado primeramente la técnica, algo imprescindible para abordar un proyecto musical profesional, el cual he bautizado con mi nombre: Domingo J Sanchez. También, desde un punto de vista introspectivo, con el piano me he dado cuenta de cómo se puede canalizar la emoción y dirigirla hacia donde uno quiere. Por otra parte, es curioso que a veces se aprende mucha técnica a través de obras virtuosísticas, de difícil estudio, y sin embargo se puede terminar componiendo una música con la que se diga mucho con muy poco. Menos es más…
La composición, que me ha acompañado desde los 8 años de edad, para mí es todo en mi vida. Poseer la capacidad para poder materializar emociones a través de esta poderosísima arma, que es la composición, es todo un honor y un privilegio. Cada vez que termino de componer siento que toda la existencia es perfecta. Componer es un proceso sanador, liberador, que transforma la energía exteriorizada en algo tan sublime como es la música.
Mis 26 años de experiencia docente me han aportado, por un lado, un vasto conocimiento musical y, por otro lado, un buena dosis de comprensión, tolerancia y empatía hacia el ser humano. En cuanto a los conocimientos musicales, la transmisión de éstos hacia el alumnado obliga a cuestionarse la forma en que han sido aprendidos, y a perfeccionarlos y ampliarlos para lograr un mejor resultado docente. Por otra parte, entender las necesidades, no sólo académicas, sino psicológicas de los alumnos, me ha hecho adquirir una dimensión mucho más humana, cualidad que me ha ayudado a entender que, en mi opinión, la música debe atender las necesidades emocionales de las personas, entre otras, creando un vínculo mediante la empatía, tomando como base las experiencias propias del ser humano.

En cuanto a mi faceta como productor musical, he de decir que, gracias a esta profesión, he completado mi formación como profesional de la música. Ser productor ayuda a tener una visión más amplia, no sólo de la música, si no también de lo que demanda el público. Parece absurdo lo que voy a decir pero, por desgracia, en la música todavía abunda: no se puede crear un producto sin saber lo que demanda el público. La falta de comunicación y empatía con éste, hace que muchos proyectos musicales fracasen.
Y, por último, junto a las 4 ramas profesionales antes mencionadas, debo añadir una con la que estoy tremendamente ilusionado y motivado: mi nueva labor como empresario. En efecto, decidí ser empresario y apostar por algo en lo que creo firmemente: en mí. Creo en mi música y en mi visión de la industria discográfica. Para bien o para mal, soy dueño de mis aciertos y mis errores y, desde la humildad que debe caracterizar a cualquier persona dispuesta a aprender, iré perfeccionándome y marcando el camino de mi proyecto, Domingo J Sanchez.

Deep emotions es el nombre de mi primer álbum, al que seguirán otros muchos, respetando siempre mis principios musicales y profesionales.
Deep Emotions ha llegado en el momento perfecto, en el momento en el que tenía que llegar; llega en un momento en el que me siento maduro como músico, como persona…
Ahora comienza la comercialización de mi nuevo álbum, Deep emotions, la venta de discos, la búsqueda de actuaciones, la promoción, la interpretación y la puesta en escena de mi obra frente al gran público.
Es el momento de disfrutar del trabajo de estos dos últimos años frente a aquellos que deseen compartir conmigo un rato de su tiempo, asistiendo a mis conciertos, escuchando mi música tras comprar mi nuevo CD, en formato físico o en descarga online…
Con vosotros Deep emotions (Emociones Profundas)…